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EL GOLPE DE CALOR


Los perros, como el resto de mamíferos y aves son homeotermos, es decir,  son capaces de mantener su temperatura corporal constante sin importar la del medio ambiente. Para ello cuentan con mecanismos para producir calor en ambientes fríos o para ceder calor en ambientes cálidos. Estos mecanismos están situados en el cerebro, concretamente en el hipotálamo, y en otros órganos como la piel, el aparato respiratorio, etc.

Este nombre tan científico todos lo traducimos como animales de sangre caliente.

Cuando estas condiciones de temperatura ambiente se agudizan se ponen en marcha estos procesos. Cuando baja la temperatura, por ejemplo, el cuerpo pone en marcha distintos mecanismos como el acto de tiritar, con el cual consigue a través de los pequeños espasmos musculares un aumento de la temperatura. Sin embargo cuando ésta sube, los mecanismos son distintos. Existen varias vías por las cuales se produce la eliminación de calor del cuerpo al medio ambiente. Las principales son:


* Respiración: a través del jadeo, que es un tipo de respiración rápida y superficial que tiene por objeto, al permitir la evaporación de la saliva, disminuir su temperatura corporal


* Sudor: Los perros no sudan como los humanos. Solo lo hacen a través de las almohadillas de los pies que es donde únicamente tienen glándulas sudoríparas.


* Zonas de pérdida de calor: a través de las zonas de poco pelo como la barriga y el ano.


Pero si la transferencia de calor ambiental hacia el animal supera su capacidad para eliminar el exceso absorbido se produce  una elevación rápida y progresiva de la temperatura corporal, que puede producir la muerte en menos de una hora.

Esto normalmente ocurre en un día muy caluroso o tras varios días de mucho calor. El calor acaba con las reservas de azúcar y sales del cuerpo del perro, así que cuanto más dure el periodo de calor más rápido puede ocurrir el “golpe de calor”. Y, en estas circunstancias no hacen falta otros factores como ejercicio, falta de agua o nerviosismo para provocarlo, aunque desde luego, si existen, se precipita el proceso. Los perros que hacen ejercicio en tiempo caluroso corren más riesgo. En general los animales más afectados son los de mayor tamaño ya que su superficie corporal es pequeña en relación a su masa limitando así la capacidad de disipar calor a través de la piel.

También, puede ocurrir a perros que están en una zona donde la circulación de aire está restringida, como por ejemplo, el maletero de un coche, jaulas o transportines. Los perros de caza son especialmente susceptibles, en primer lugar a causa de la desidia de algunos propietarios, bien por la costumbre de transportarlos en el maletero del coche sin ventilación ninguna o  bien por un exceso en la jornada de caza que además  de la temperatura ambiental elevada suelen coincidir  otros factores como exceso de peso y  falta de entrenamiento (que suelen darse de manera conjunta).El exceso de grasa no favorece la refrigeración por conducción y al estar poco entrenados las reacciones metabólicas del músculo para generar el movimiento son poco eficaces, por lo que un perro desentrenado libera más cantidad de calor que uno que sí lo está.

Hay más factores que pueden determinar la aparición del golpe de calor. Entre ellos se encuentran los factores ambientales como la higrometría. Como hemos comentado, uno de los principales mecanismos de lucha contra el calor que tienen los carnívoros domésticos es la eliminación de vapor de agua por las vías respiratorias. El grado de humedad elevado limita este mecanismo de termorregulación. Por lo tanto, la ventilación del local done se encuentra el animal juega un papel muy importante. Los movimientos del aire favorecen el descenso de la humedad y la eliminación de calor.

 Y son también determinantes otros factores individuales como pueden ser:
-Edad: Los animales jóvenes y viejos soportan peor el calor.

-Raza: Los animales braquicéfalos, es decir, los de hocico achatado, son más sensibles al calor por su dificultad respiratoria.

-Obesidad: La piel de los animales obesos tiene un mayor poder aislante.

-Pelaje: El pelaje espeso disminuye la eliminación de calor. Sin embargo, protege de los rayos solares, siempre que exista suficiente ventilación.

-Color de la capa: Los perros de capa negra absorben más calor que los perros claros, ya que los colores oscuros no reflejan la luz si no que la absorben

-Digestión: Después de las comidas se incrementa la temperatura corporal. Durante el verano es preferible alimentar a los perros al finalizar el día.

-Agua: La privación de agua favorece la deshidratación. Es conveniente que el animal disponga siempre de agua fresca.

-Enfermedades: La insuficiencia cardiaca, respiratoria y el estrés debilitan los medios de lucha del animal contra el calor.

-Ejercicio: El ejercicio muscular produce gran cantidad de calor.


Los síntomas de esta patología comienzan con jadeo muy intenso, taquicardia, enrojecimiento de la mucosa de la boca y su temperatura corporal es muy alta (40-42º).
Pero si el jadeo intenso se mantiene mucho tiempo, a nivel pulmonar se afecta el intercambio de gases que origina un proceso llamado alcalosis respiratoria. Si el animal está sometido a ejercicio intenso, se superpone otro proceso llamado acidosis metabólica y la combinación de ambas produce edema cerebral, que precede a la muerte. Se produce la pérdida corporal de azúcares y sales, y aparecen petequias, que son pequeñas manchas de sangre en la superficie de la piel.
Cuando comienza el edema cerebral, el animal presenta un estado de estupor (está como desconectado del ambiente). Las patas están calientes al tacto y la mucosa de la boca se pone pálida. En este estado, los animales pueden involuntariamente tener diarrea acuosa, que se pueden volver sanguinolenta si hay complicaciones sanguíneas severas con hemorragia gastrointestinal y se produce insuficiencia hepática y renal.  A veces hay movimientos involuntarios de pataleo
Si el edema progresa, el perro llega al coma. Desaparece el jadeo, disminuye marcadamente la velocidad respiratoria y sobreviene la muerte por apnea, es decir, parálisis respiratoria. Si el animal está privado de agua, y ha perdido gran cantidad de líquidos por el jadeo, se produce el aumento de la concentración de la sangre, lo que causa severos problemas circulatorios.

ACTUACIONES DE URGENCIA ANTE EL GOLPE DE CALOR

El primer paso es intentar disminuir la temperatura corporal del animal, pero esta debe ocurrir de forma paulatina, porque de lo contrario podríamos provocar una hipotermia. Además debemos rehidratarlo  y recuperar los azúcares y las sales que ha perdido.

Lo ideal es su traslado inmediato a una clínica veterinaria si el animal se puede mover y durante el traslado, tomar una serie de medidas como humedecer con paños mojados en agua no muy fría, sin envolver ni tapar al animal, o con un pulverizador de agua, principalmente las zonas del cuello y la cabeza. Nunca cubrirlo con toallas húmedas pues con ello impediremos que el calor corporal salga del organismo.  Se puede poner un cubito de hielo sobre el puente de la nariz, las ingles y las axilas y humedecerle la boca, sin forzarlo a beber, y sin dejar que beba en exceso. La ayuda de un ventilador puede sernos muy útil.

Si no puede trasladarse de inmediato a una clínica veterinaria, además de lo indicado anteriormente,  hay que trasladarlo de inmediato a un sitio fresco, sumergirlo en agua a unos 20º o aplicarle un chorro de agua a esa temperatura, hasta que se normalice la respiración. Una vez normalizada la respiración se mantendrá sobre una toalla húmeda.

En todo caso, y una vez estabilizado el animal, se trasladará a la clínica ya que es imprescindible que un veterinario lo tenga bajo control y observación para ver cómo evoluciona, y además el animal necesita medicación para recuperarse. La respiración normal no elimina daños cerebrales y otras secuelas de este fuerte shock,

PREVENCIÓN DEL GOLPE DE CALOR

La principal medida a tomar para prevenir el golpe de calor es alojar a los animales siempre a la sombra y que tengan agua limpia y renovada frecuentemente a libre disposición. Si han de estar en un lugar cerrado será imprescindible que tengan muy buena ventilación y que ese lugar se encuentre en sitios a la sombra para evitar un sobrecalentamiento.

Si el animal es cachorro o viejo se les debe dejar siempre una toalla húmeda o periódicos húmedos sobre los que se puedan tumbar. Un recipiente congelado o lleno de hielo puede ponerse en el habitáculo donde se encuentre el perro para que gradualmente se vaya descongelando.

Existen unos pequeños trucos que pueden sernos útiles en días muy calurosos o tras varios días de calor intenso, en los que nuestros animales son susceptibles de padecer este proceso. Uno de ellos es la reposición del Bicarbonato sódico, que es la principal sal que se pierde con el calor y la más importante para ser repuesta. Se les puede dar a los perros una cucharadita pequeña de café diariamente. Se debe poner el bicarbonato en la comida ya que a los perros no les gusta en el agua.

 También se pueden reponer electrolitos que se comercializan y se puede dar de la misma forma que el bicarbonato.


 Recuerda que el “golpe de calor” puede ocurrir en un día relativamente templado, especialmente si ha estado haciendo calor en días anteriores.
Y recuerda, sobre todo, que puede matar al perro en pocos minutos

 


 

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